domingo, 22 de febrero de 2009

TODA VIDA HUMANA TIENE LA MISMA DIGNIDAD Y DEBE SER PRECISADA DICE EL PAPA BENEDICTO


Al recibir esta mañana a los participantes del Congreso "Las nuevas fronteras de la genética y el riesgo de la eugenética", el Papa Benedicto XVI reafirmó que toda vida humana tiene la misma dignidad, incluso cuando actualmente sucede que son "penalizados desde la concepción aquellos hijos cuya vida es juzgada como no digna de ser vivida".
En su discurso a los participantes de este congreso realizado en ocasión de la XV Asamblea General de la Pontificia Academia para la Vida, el Papa explicó que el trabajo de los investigadores en el ámbito de la genética "requiere un particular sostenimiento; por ello la colaboración entre las diferentes ciencias es una ayuda que nunca puede faltar para llegar a resultados que sean eficaces y al mismo tiempo productores de un autentico progreso para la humanidad entera".SI QUIERES SEGUIR LEYENDO PINCHA AQUÍ

EL PAPA AGRADECE A LOS OBISPOS ESPAÑOLES SU CERCANÍA


Con una carta enviada por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, Benedicto XVI ha agradecido la cercanía espiritual que le han manifestado los obispos españoles ante lo ocurrido después de la remisión de la excomunión, en la que incurrieron los cuatro obispos ordenados sin mandato pontificio por el arzobispo Marcel Lefebvre.
El Santo Padre --señala en la misiva el cardenal Bertone, dirigida al cardenal Antonio María Rouco, presidente de la Conferencia Episcopal-- "agradeciendo vivamente las oraciones ofrecidas por su Persona y su ministerio de ‘custodio de la unidad’, invoca sobre Vuestra Eminencia y sobre todos los obispos españoles abundantes gracias divinas que les alienten y sostengan en su servicio pastoral al pueblo de Dios".PARA SEGUIR LEYENDO PINCHE AQUÍ

domingo, 15 de febrero de 2009

EL PECADO ES LA VERDADERA IMPUREZA DEL CORAZON QUE NOS ALEJA DE DIOS ,DICE EL PAPA


Una soleada mañana de invierno recibió a los miles de fieles y peregrinos que desde todas partes del mundo se dieron cita en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI, quien en sus palabras introductorias resaltó la importancia del don del Sacramento de la Penitencia para restituir la comunión con Dios y con el prójimo recordando que el pecado puede causar "la muerte del alma".
“En el Sacramento de la Penitencia, Cristo nos purifica con su misericordia infinita, nos restituye a la comunión con el Padre celeste y con los hermanos, nos dona su amor, su alegría y su paz”, dijo el Papa al comentar el Evangelio del día de hoy.
Asimismo, el Pontífice enfatizó que “los pecados que cometemos nos alejan de Dios, y si no son confesados humildemente, confiando en la misericordia divina, pueden llegar a provocar la muerte del alma”.SEGUIR LEYENDO AQUÍ

VIAJE DEL PAPA A TIERRA SANTA ES VISITA DE PAZ Y RECONCILIACION,DICE NUNCIO EN ISRAEL


En entrevista concedida a la agencia italiana SIR, el Prelado señaló que "aún no sabemos todavía si es que el Papa podrá llegar o acercarse a Gaza. No era y no está en el programa, porque hay muchas consideraciones al respecto, además del tiempo que ha de tenerse presente. Pero ciertamente si habrá, esperamos, una presencia de la pequeña comunidad católica de Gaza en una de las Misas".
El Nuncio indicó además que este viaje "será una visita pastoral a las comunidades católicas en Jordania y Tierra Santa, además de Israel y los territorios palestinos con la apertura que está en el corazón de toda la misión de la Iglesia, para las tres celebraciones: una en Jerusalén, una en Belén y una en Galilea".
Durante la visita, explicó Mons. Franco, "el Papa se encontrará también con los líderes de otras denominaciones cristianas, y de otras religiones: del Islam y del Judaísmo". La dimensión pastoral, precisó, no excluirá "encuentros con los responsables de la vida del Estado en Jordania, en Israel y las autoridades palestinas".

domingo, 8 de febrero de 2009

JUAN PABLO II PERFILÓ UNA TEORIA DE LA COMUNICACIÓN

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 8 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- "El cristianismo está basado en la comunicación porque Jesucristo nos ha revelado el misterio del Padre, el Hijo y el plan de salvación". Con estas palabras presentó el cardenal Georges Marie Cottier el libro "Juan Pablo II: desarrollo de la teología de la comunicación".

La edición en inglés original del volumen fue presentada por la Librería Editora Vaticana el pasado miércoles en las instalaciones de Radio Vaticano.

Sus autoras son Christine A. Mugridge, miembro del Vatican Press Corps, educadora, conferencista, máster en teología, religión institucional y comunicación social en la Pontificia Universidad Salesiana de Roma y la hermana salesiana Marie Gannon, graduada en educación elemental, teología y ciencias educacionales. Actualmente es la superiora del convento de Nuestra Señora de las Nieves en el estado de Colorado en Estados Unidos.

Dos hombres como modelos de comunicación

El libro presenta en primer lugar al Señor Jesús como el máximo modelo de comunicador, el único y verdadero mediador y plenitud de la Revelación de Dios. Así sus autoras desarrollan una aproximación cristocéntrica a las comunicaciones, de acuerdo con las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.

El volumen también muestra la forma ejemplar de comunicar que tenía Juan Pablo II, entre otros aspectos por el contenido de su magisterio, su relación con los fieles, sus viajes y sus actividades pastorales.

"Juan Pablo II era una presencia en sí mismo porque podía hablar también con los gestos, desarrollando así una teología de la comunicación", explica la hermana Marie en diálogo con ZENIT.

Igualmente el libro destaca la relación del recordado pontífice con los medios de comunicación: el objetivo es "verificar la presencia de la Teología de la comunicación, gradualmente desarrollada, culminada en la última carta apostólica de Juan Pablo II 'El rápido desarrollo', (publicada en enero de 2005), donde podemos encontrar un incalculable núcleo de esta teología de comunicaciones", dijo la hermana Marie durante la presentación del libro.

SOLO LA PRESENCIA DE DIOS PUEDE SALVAR AL HOMBRE , DICE EL PAPA

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 8 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- El Papa dedicó hoy su tradicional reflexión durante el rezo del Ángelus, con los peregrinos congregados en la Plaza de san Pedro, a reflexionar sobre la enfermedad, en línea con su mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará el próximo miércoles.

A la luz del Evangelio del día, el Papa recordó que “la experiencia de la curación de los enfermos ha ocupado buena parte de la misión pública de Cristo y nos invita una vez más a reflexionar sobre el sentido y el valor de la enfermedad en toda situación en que pueda encontrarse el ser humano”.

Benedicto XVI quiso reflexionar sobre la realidad de la enfermedad, que “aunque forma parte de la existencia humana, nunca conseguimos habituarnos a ella”.

La razón, explicó no es que “a veces llegue a ser pesada y grave”, sino que “esencialmente estamos hechos para la vida, para la vida completa”.

“Nuestro instinto interior nos hace pensar en Dios como plenitud de vida, es más, como Vida eterna y perfecta. Cuando somos probados por el mal y nuestras oraciones parecen resultar vanas, surgen en nosotros la duda y, angustiados, nos preguntamos: ¿cuál es la voluntad de Dios?”.

A este profundo interrogante de la existencia humana quiso responder Jesús con un signo, las numerosas curaciones.

“Jesús no deja dudas: Dios – del que Él mismo ha revelado su rostro – es el Dios de la vida, que nos libra de todo mal”, afirmó.

En este sentido, las curaciones de Jesús “son signos: guían hacia el mensaje de Cristo, nos guían hacia Dios y nos dan a entender que la verdadera y más profunda enfermedad del hombre es la ausencia de Dios, de la fuente de la verdad y del amor”.

“Sólo la reconciliación con Dios puede darnos la verdadera curación, la verdadera vida, porque una vida sin amor y sin verdad no sería verdadera vida. El Reino de Dios es precisamente la presencia de verdad y de amor, y así es curación en lo profundo de nuestro ser”, añadió el Papa.

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 8 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- El Papa dedicó hoy su tradicional reflexión durante el rezo del Ángelus, con los peregrinos congregados en la Plaza de san Pedro, a reflexionar sobre la enfermedad, en línea con su mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará el próximo miércoles.

A la luz del Evangelio del día, el Papa recordó que “la experiencia de la curación de los enfermos ha ocupado buena parte de la misión pública de Cristo y nos invita una vez más a reflexionar sobre el sentido y el valor de la enfermedad en toda situación en que pueda encontrarse el ser humano”.

Benedicto XVI quiso reflexionar sobre la realidad de la enfermedad, que “aunque forma parte de la existencia humana, nunca conseguimos habituarnos a ella”.

La razón, explicó no es que “a veces llegue a ser pesada y grave”, sino que “esencialmente estamos hechos para la vida, para la vida completa”.

“Nuestro instinto interior nos hace pensar en Dios como plenitud de vida, es más, como Vida eterna y perfecta. Cuando somos probados por el mal y nuestras oraciones parecen resultar vanas, surgen en nosotros la duda y, angustiados, nos preguntamos: ¿cuál es la voluntad de Dios?”.

A este profundo interrogante de la existencia humana quiso responder Jesús con un signo, las numerosas curaciones.

“Jesús no deja dudas: Dios – del que Él mismo ha revelado su rostro – es el Dios de la vida, que nos libra de todo mal”, afirmó.

En este sentido, las curaciones de Jesús “son signos: guían hacia el mensaje de Cristo, nos guían hacia Dios y nos dan a entender que la verdadera y más profunda enfermedad del hombre es la ausencia de Dios, de la fuente de la verdad y del amor”.

“Sólo la reconciliación con Dios puede darnos la verdadera curación, la verdadera vida, porque una vida sin amor y sin verdad no sería verdadera vida. El Reino de Dios es precisamente la presencia de verdad y de amor, y así es curación en lo profundo de nuestro ser”, añadió el Papa.

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 8 de febrero de 2009 (ZENIT.org).- El Papa dedicó hoy su tradicional reflexión durante el rezo del Ángelus, con los peregrinos congregados en la Plaza de san Pedro, a reflexionar sobre la enfermedad, en línea con su mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo, que se celebrará el próximo miércoles.

A la luz del Evangelio del día, el Papa recordó que “la experiencia de la curación de los enfermos ha ocupado buena parte de la misión pública de Cristo y nos invita una vez más a reflexionar sobre el sentido y el valor de la enfermedad en toda situación en que pueda encontrarse el ser humano”.

Benedicto XVI quiso reflexionar sobre la realidad de la enfermedad, que “aunque forma parte de la existencia humana, nunca conseguimos habituarnos a ella”.

La razón, explicó no es que “a veces llegue a ser pesada y grave”, sino que “esencialmente estamos hechos para la vida, para la vida completa”.

“Nuestro instinto interior nos hace pensar en Dios como plenitud de vida, es más, como Vida eterna y perfecta. Cuando somos probados por el mal y nuestras oraciones parecen resultar vanas, surgen en nosotros la duda y, angustiados, nos preguntamos: ¿cuál es la voluntad de Dios?”.

A este profundo interrogante de la existencia humana quiso responder Jesús con un signo, las numerosas curaciones.

“Jesús no deja dudas: Dios – del que Él mismo ha revelado su rostro – es el Dios de la vida, que nos libra de todo mal”, afirmó.

En este sentido, las curaciones de Jesús “son signos: guían hacia el mensaje de Cristo, nos guían hacia Dios y nos dan a entender que la verdadera y más profunda enfermedad del hombre es la ausencia de Dios, de la fuente de la verdad y del amor”.

“Sólo la reconciliación con Dios puede darnos la verdadera curación, la verdadera vida, porque una vida sin amor y sin verdad no sería verdadera vida. El Reino de Dios es precisamente la presencia de verdad y de amor, y así es curación en lo profundo de nuestro ser”, añadió el Papa.

domingo, 1 de febrero de 2009

SUFRIMIENTO HUMANO SOLO COBRA SENTIDO EN LA CRUZ DE CRISTO, DICE EL PAPA


Miles de fieles se reunieron este mediodía -hora local- en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus con el Papa Benedicto XVI, quien en sus palabras introductorias hizo un llamado a testimoniar el amor que ayuda afrontar el dolor y la agonía de modo humano encontrando el sentido del sufrimiento en la Cruz de Cristo.
“Jesús nunca deja de enseñar a sus discípulos que para ingresar en la gloria debe padecer mucho, ser rechazado, condenado y crucificando, pues el sufrimiento es parte integrante de su misión”, dijo el Papa en su introducción al Ángelus.El Papa hizo notar que la lectura de este domingo tomada del Evangelio de San Marcos resalta “el secreto mesiánico, es decir, el hecho que Jesús no quiere que por el momento se sepa, fuera del grupo de los discípulos, que Él es el Cristo, el Hijo de Dios”. Es por ello que Jesús “más de una vez dice a los Apóstoles, a los enfermos que cura, que no revelen a nadie su identidad.SEGUIR LEYENDO AQUÍ

LA EUTANASIA NO ES LA SOLUCIÓN , EXPLICA EL PAPA

El sufrimiento no puede solucionarse acabando con la vida de una persona, es decir, con la eutanasia, explicó Benedicto XVI este domingo. La respuesta a quien sufre siempre debe ser el amor, aclaró.
En el día en el que la Iglesia varios países celebraba la Jornada por la Vida, el Papa comentó al dirigir la oración mariana del Ángelus el tema que para este día ha escogido la Conferencia Episcopal Italiana: "la fuerza de la vida en el sufrimiento". Una respuesta a la tentación de la eutanasia.
Dirigiéndose a los miles de peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el pontífice subrayó la necesidad de tener "valor para decir con claridad, por ejemplo, que la eutanasia es una falsa solución al drama del sufrimiento, una solución que no es digna del hombre".
"La verdadera respuesta no puede ser la de provocar la muerte, por más 'dulce' que sea, sino testimoniar el amor que ayuda a afrontar el dolor y la agonía de manera humana".